Adiós, yo
Yo era fino, joder.
Yo era uno de esos que dejaban propina,
que nunca decían no al postre ni a la copa,
que pensaban que un coche era fruta del año.
Yo tenía un futuro portentoso,
yo era un chico preparado,
un hombre hecho a sí mismo,
un suma y sigue de triunfos.
Yo a estas alturas tenía que tener un barco,
un puesto indefinible en una multinacional,
una mención semanal en los medios.
Yo nací para grandes cosas,
yo era un señorito en ciernes,
un personaje, un tertuliano
de los que hablan y sube el pan.
Pero me jodísteis, pobres de mierda,
abandonando en masa la clase media,
el bienestar sencillo, la panza facilona.
Bien nos jodisteis, piojosos,
a la flor de los mediocres.
Malhaya vuestra miseria,
que me obliga a trabajar.
Yo era uno de esos que dejaban propina,
que nunca decían no al postre ni a la copa,
que pensaban que un coche era fruta del año.
Yo tenía un futuro portentoso,
yo era un chico preparado,
un hombre hecho a sí mismo,
un suma y sigue de triunfos.
Yo a estas alturas tenía que tener un barco,
un puesto indefinible en una multinacional,
una mención semanal en los medios.
Yo nací para grandes cosas,
yo era un señorito en ciernes,
un personaje, un tertuliano
de los que hablan y sube el pan.
Pero me jodísteis, pobres de mierda,
abandonando en masa la clase media,
el bienestar sencillo, la panza facilona.
Bien nos jodisteis, piojosos,
a la flor de los mediocres.
Malhaya vuestra miseria,
que me obliga a trabajar.