valiente ocurrencia

Yo es cobarde y plano. Casi Yo es mucho más valiente y de vez en cuando se rasca la coronilla. Bienvenidos a las ocurrencias de Casi Yo.

Nombre:

miércoles, julio 28, 2010

Poeta lo será tu padre

Que sepáis que yo no soy poeta.
No busco la belleza.

La belleza es la prima tonta de la verdad
y la verdad solo sirve
para establecer los límites de la mentira.

Yo no soy poeta.

No quiero mostraros mi alma,
no quiero conmoveros,
ni siquiera quiero que me leáis.

Yo no soy poeta.

Sólo soy un hombre cabreado
que en vez de repartir hostias
se pone a hilvanar versos.

martes, julio 27, 2010

Torpe

Que no te dé asco
estrechar mi mano.

Solo está desollada
de tanto caer de bruces.

lunes, julio 26, 2010

Amor y lunes

Desde el abismo de la biografía,
mi amada, mil peligros nos acechan.

¿Cómo es de inagotable
esta infinita felicidad nuestra?
¿Cuántas apreturas, cuántas miserias
cuántas muertes soportaremos juntos?
¿Cuántos querrán robarte?
¿Cuántas querrán robarme?
¿Con qué buenos ojos nos miraremos
cuando nuestros ojos sean
canicas grises borladas de arrugas?
¿Soportarás para siempre
este carácter mío de niño impaciente?

Ahora que soy una mancha tibia
en nuestra cama,
ahora que he traído mi cuerpo
a la batalla diaria
de las reuniones y los memorándums,
te pienso y pienso
que al enamorarnos
no sabemos dónde nos metemos.

domingo, julio 25, 2010

Paciencia

Vamos a hacer
lo que mejor sabemos hacer:
ESPERAR.

El tiempo solo existe para el hombre
y por eso nos fue dado,
para afrontar el desamparo del devenir,
el consuelo de la paciencia.

Alguien pensó en una catedral
y se conformó con verla construida
al menos un minuto antes de su muerte.

¿Cómo podemos entonces
desesperarnos por ver
nuestros sueños cumplidos?
¿Por qué nos resignamos a lo imposible?

Sembremos, sembremos
y pongámonos a regar
con paciencia apasionada.

Solo el tiempo,
el asesino de la humanidad,
podrá decirnos
si acabaremos hartos de trigo.

lunes, julio 19, 2010

Niño muerto

Yo me morí con seis años,
el primer día en que pisé el colegio.

Luego fallecí un par de veces más,
y no volví a nacer hasta los treinta.

Surgí de pronto, con barba y todo,
fruto de un escarceo
entre el amor y la oscuridad.

Nací cuando la edad
ya no me daba ni para ser joven,
y tuve que dejar abandonado
el cadáver de aquel niño
que se pudría solito,
con el corazón atravesado de estacas,
como si fuera un vampiro,
el pobrecillo.


anuncios evisos contador de visitas
contador de visitas