Mono erectus
El hombre odia la naturaleza.
Pone una planta en una maceta
y alrededor del tiesto todo es muerte.
Encierra a los animales
en zoológicos, corrales y cuadras,
y alrededor del chiquero todo es mierda.
El hombre odia depender del agua
y por eso la somete a un cautiverio
de vasos, piscinas y tuberías.
Desde que se puso a dos patas
y se sintió superior, el hombre
ha detestado la vastedad del mundo.
No hay campo sin valla,
no hay mar sin redes,
no hay país sin fronteras.
El hombre lo ha confinado todo,
incluso a sí mismo, encajonado
en apartamentos, cárceles y oficinas.
El hombre ha mutilado la realidad
hasta no encontrar más refugio
que una fantasía de píxeles, papel y celuloide.
Por eso, hacedme caso:
si algún día veis a un mono erguirse,
abatidlo a tiros inmediatamente.
Pone una planta en una maceta
y alrededor del tiesto todo es muerte.
Encierra a los animales
en zoológicos, corrales y cuadras,
y alrededor del chiquero todo es mierda.
El hombre odia depender del agua
y por eso la somete a un cautiverio
de vasos, piscinas y tuberías.
Desde que se puso a dos patas
y se sintió superior, el hombre
ha detestado la vastedad del mundo.
No hay campo sin valla,
no hay mar sin redes,
no hay país sin fronteras.
El hombre lo ha confinado todo,
incluso a sí mismo, encajonado
en apartamentos, cárceles y oficinas.
El hombre ha mutilado la realidad
hasta no encontrar más refugio
que una fantasía de píxeles, papel y celuloide.
Por eso, hacedme caso:
si algún día veis a un mono erguirse,
abatidlo a tiros inmediatamente.