A los niños
Niños del mundo,
tengo que
deciros algo
aunque sé que no me escucháis.
Nunca
conoceréis estas palabras
o las
conoceréis tarde,
cuando se
hayan convertido en gilipolleces,
Muchos
acabáis de nacer
y otros
ya estáis en la edad de hacer preguntas.
Yo tengo
una respuesta para vosotros:
Sí.
Sí. Los Reyes Magos existen.
Y los
dragones. Y las hadas
Y todo lo
que os dé la gana.
Todo lo
que existe es un invento.
Luchad al
menos porque sea VUESTRO invento.
Sí. La vida tiene sentido.
Os pasaréis vuestros días leyendo, escuchando y
pensando
inmensas
majaderías sobre el tema.
Os voy a
ahorrar ese esfuerzo.
El
sentido de la vida es la propia vida.
No hace
falta que haya otro.
Unos
pocos seréis felices,
pero
todos vosotros conoceréis la pérdida,
la frustración y la angustia.
Algunos
incluso pasaréis hambre
o pisaréis la cárcel,
pero es
difícil que deseéis morir.
Ése es el sentido de la vida.
Es mejor
estar vivo que muerto,
y para
comprobarlo no hacen falta amaneceres,
amoríos u otras simplezas sublimes.
Basta un
gozo modesto para celebrar la vida,
como rascarse el culo a gusto cuando no mira nadie
como rascarse el culo a gusto cuando no mira nadie
o como el
ritual que vivís cada noche
y que añoraréis toda la vida,
cuando os
dan el biberón, os bañan y os meten en la cuna
con el
pijama limpio y la barriga hinchada.
Quedaros
con ese recuerdo y aprended a decir que sí.
No
necesitaréis mucho más para ir tirando.