Extinguibles
Indios de América,
judíos de Sefarad,
moros de África,
gitanos del camino,
mineros de Asturias,
fusilados de las cunetas,
obreros de la industria,
braceros del campo,
empleados sin futuro,
parados sin presente,
mujeres sin horizonte,
niños sin sueños,
emigrantes presentes y futuros,
homosexuales, artistas,
jubilados, maestros,
botones, vagabundos,
gente normal
sin más patrimonio
que vuestro esfuerzo,
escuchadme hoy,
que aún os dejan tener oídos.
Bajad la cabeza con orgullo
y mirad el suelo
de esta Patria perversa
pavimentado con
vuestros cráneos de mármol.
Todo lo que crece
en este cortijo ha sido regado
con vuestro sudor o vuestra sangre,
los límites de este Imperio
se han marcado
con los cadáveres anónimos
de vuestros antepasados,
las banderas de nuestro Reino
se tejieron con los trapos
que debieron cubrir vuestra desnudez.
Vosotros habéis construido
cada rincón de esta tierra maldita,
pero no sois la Patria.
La Patria son los pendones
bajo los que os hicieron morir,
los tesoros de los que salen
vuestras propinas de esclavo,
los palacios en los que servís,
las catedrales en las que rezáis,
los cotos en los aventáis,
más perros que los perros de raza,
las firmas en las que enterráis
las mejores horas de vuestras vidas,
los apellidos que vuestros hijos
no tienen derecho a tener,
las universidades en las que
nunca podrán estudiar,
los bancos que os embargan,
los impuestos que os cobran,
los derechos que os recortan,
los índices bursátiles
que nunca hablarán de vuestro dinero,
la Corona que jamás saldrá
de vuestro voto.
Pobres y empobrecidos,
explotados y expropiados,
olvidados de nacimiento,
extinguibles, imprescindibles,
escuchadme hoy,
que aún me dejan tener boca:
no permitáis que apelen
a vuestro patriotismo.
No es una obligación sagrada
sacrificar vuestros cráneos
a los botines italianos
de quienes perpetúan
vuestra condición de parias.
Vosotros no sois la Patria.
Liberados quedáis
de cualquier patriotismo.
Si algún día conseguís
decir que lo que os rodea es vuestro,
no será necesario que os exijan defenderlo.