A El Solitario

De pequeño
quise ser como tú,
"¡pim, pam, pum,
cabrones,
todos al suelo,
la pasta a mi saco"

Adrenalina,
tiros, persecuciones
y un aire de misterio
ablandador de bragas.

Pero nunca tuve huevos.
Por eso tú eres El Solitario
y yo solo soy un solitario.

Mis disculpas

Mis queridos y escasos lectores:

Cuando dejé de fumar, perdí mi espléndida figura. Afortunadamente, la recuperé. Ahora que he dejado de beber, he perdido la mala leche poética. Espero recuperarla pronto.

Hasta entonces, recibid mis más sinceras disculpas por teneros tan desatendidos.

Besos a todos

Paseo

Funciono a golpe de Sol,
es un hecho.

Lo que hay en mi coronilla
no es una calva, es un panel solar
que se pone al rojo vivo
para poner al verde vivo
mi tallo y mis ramas.

Soy de condición vegetal,
hago la función clorofílica
mientras paseo,
y me baño vestido
en la fluorescencia lisérgica
del azul que me circunda.

Dios pintó ese azul
con pintura de piscinas
solo para mí,
y le puso pilas al sol
solo para mi coronilla.

Los demás, os jodéis.

Esta tarde es mía.
Tan mía,
que no sé qué hacéis ahí.

Dios mío, creo que soy uno de ellos.

¡Dios mío,
creo que soy uno de ellos!

No llevo flequillo
—no me queda—,
no sé quienes son los Kaiser Chiefs
y no calzo unas Converse.

Soy un gincho,
un paria,
un garrulo,
un horterilla,
una mierda.

Creo que ni pienso.
Creo que ni existo.

Soy un espectro
que asiste,
desde su mundo de horror,
a la primavera colorida
del planeta de los idiotas.



(He vuelto. Abrazos a todos)