Andares
Nadie camina como yo,
con esa cadencia
entre el patizambo y el bailarín,
con ese meneo
de cachorro nervioso.
No necesitas ni verme la cara,
mi andar es mi firma,
el sello de quien ha nacido
sólo para caminar.
Y así, paso a paso,
desgasto aceras y zapatos
en mi eterna exploración
de una ciudad habitada por vosotros,
que ignoráis vuestra sagrada función,
que sin saberlo os convertís en versos,
en estos versos que me radiografían.
Porque a través de vuestros ojos me veo
y a través de los míos me deleito.
con esa cadencia
entre el patizambo y el bailarín,
con ese meneo
de cachorro nervioso.
No necesitas ni verme la cara,
mi andar es mi firma,
el sello de quien ha nacido
sólo para caminar.
Y así, paso a paso,
desgasto aceras y zapatos
en mi eterna exploración
de una ciudad habitada por vosotros,
que ignoráis vuestra sagrada función,
que sin saberlo os convertís en versos,
en estos versos que me radiografían.
Porque a través de vuestros ojos me veo
y a través de los míos me deleito.
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