Nochenueva
Ya me duele la camisa
sobre el rastrero cuerpo
de basilisco viejo
pero no sabio.
Ya claman mis escamas
por desprenderse de mí
y pudrirse en honor al año
en que tan mal me sirvieron.
Me prometo solemnemente
una camisa de los domingos
verde brillante, verde esperanza,
verde chulesco,
por más que escasee el porvenir
en el porvenir que nos viene.
sobre el rastrero cuerpo
de basilisco viejo
pero no sabio.
Ya claman mis escamas
por desprenderse de mí
y pudrirse en honor al año
en que tan mal me sirvieron.
Me prometo solemnemente
una camisa de los domingos
verde brillante, verde esperanza,
verde chulesco,
por más que escasee el porvenir
en el porvenir que nos viene.
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