Génesis de una cultura
El payaso de ojos vendados
lanza cuchillos al filósofo.
El filósofo se desangra
ante la indiferencia del público,
que prefiere mirar las bragas
a la bella trapecista.
La sangre del filósofo
es tragada por la arena.
Ya no hay sangre.
Ya no hay filósofo.
Solo hay una trapecista,
un público excitado
y un payaso dando
la vuelta al ruedo.
El payaso se quita la venda,
se quita el chaquetón estridente,
se quita los zapatones
y se pone la toga del filósofo.
El payaso está exultante.
Ahora puede escribir libros.
lanza cuchillos al filósofo.
El filósofo se desangra
ante la indiferencia del público,
que prefiere mirar las bragas
a la bella trapecista.
La sangre del filósofo
es tragada por la arena.
Ya no hay sangre.
Ya no hay filósofo.
Solo hay una trapecista,
un público excitado
y un payaso dando
la vuelta al ruedo.
El payaso se quita la venda,
se quita el chaquetón estridente,
se quita los zapatones
y se pone la toga del filósofo.
El payaso está exultante.
Ahora puede escribir libros.
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