La vida cojonuda
Cuando me agobio me siento
y me pongo a recordar una vida que nunca tuve.
Una vida de mar y nada,
sin vino ni rosas
ni patrón
ni marinero.
Sólo yo y mi balandra
y el infinito
y el olor a sal
y el olor a puta
y el olor a aguardiente.
Recuerdo la roña de mis uñas,
la lija del maderamen bajo mis pies
y los alfileres del sol sobre mi espalda.
Recuerdo una vida que nunca tuve
y una muerte que seguramente
nunca tendré.
Una muerte efervescente, azul,
silenciosa.
Una muerte a pulmón lleno,
como estar enamorado,
y no la muerte entre azulejos que me espera.
y me pongo a recordar una vida que nunca tuve.
Una vida de mar y nada,
sin vino ni rosas
ni patrón
ni marinero.
Sólo yo y mi balandra
y el infinito
y el olor a sal
y el olor a puta
y el olor a aguardiente.
Recuerdo la roña de mis uñas,
la lija del maderamen bajo mis pies
y los alfileres del sol sobre mi espalda.
Recuerdo una vida que nunca tuve
y una muerte que seguramente
nunca tendré.
Una muerte efervescente, azul,
silenciosa.
Una muerte a pulmón lleno,
como estar enamorado,
y no la muerte entre azulejos que me espera.
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