Footing
Enfrente estás tú,
como una zanahoria
en el extremo de un palo,
y es tu imagen
lo que me hace correr,
reventando charcos,
con una inflamación
de pulmones propia
de un enamorado,
de un ahogado,
de un fugitivo a ciento treinta
pulsaciones por minuto.
Corro para alcanzarte y tú,
como un arco iris,
te mantienes, cruel,
un centímetro más allá
del alcance de mi mano.
Corro a pulmón lleno,
a pulmón roto,
como corremos la gente de ciudad,
sin motivo aparente
y con zapatillas caras.
Corro por correr,
por el placer de asfixiarme,
de hacer latir mi corazón
hasta que brotan las lágrimas,
que se mezclan con mi sudor y la lluvia,
formando un ungüento acre,
el barro transparente
con que se crean los seres vivos,
los héroes.
Sí, has leído bien:
si estás vivo, eres un héroe.
¿Cómo si no ibas a poder
llevar a cuestas una vida
que sabes que se acaba?
¿Cómo ibas a soportar
la muerte de los que quieres?
¿Cómo serías capaz
de leer un libro?
¿Cómo podrías escribirlo?
Sí, queridos: somos héroes.
Los putos reyes de la creación.
como una zanahoria
en el extremo de un palo,
y es tu imagen
lo que me hace correr,
reventando charcos,
con una inflamación
de pulmones propia
de un enamorado,
de un ahogado,
de un fugitivo a ciento treinta
pulsaciones por minuto.
Corro para alcanzarte y tú,
como un arco iris,
te mantienes, cruel,
un centímetro más allá
del alcance de mi mano.
Corro a pulmón lleno,
a pulmón roto,
como corremos la gente de ciudad,
sin motivo aparente
y con zapatillas caras.
Corro por correr,
por el placer de asfixiarme,
de hacer latir mi corazón
hasta que brotan las lágrimas,
que se mezclan con mi sudor y la lluvia,
formando un ungüento acre,
el barro transparente
con que se crean los seres vivos,
los héroes.
Sí, has leído bien:
si estás vivo, eres un héroe.
¿Cómo si no ibas a poder
llevar a cuestas una vida
que sabes que se acaba?
¿Cómo ibas a soportar
la muerte de los que quieres?
¿Cómo serías capaz
de leer un libro?
¿Cómo podrías escribirlo?
Sí, queridos: somos héroes.
Los putos reyes de la creación.
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