Ojos que me miran con patas de gallo
Sentarse en un bar
con un cuaderno
es como sentarse en un parque
con un niño.
Yo estoy aquí,
parece que a lo mío,
y sois vosotras,
sin saberlo,
las que me inspiráis
estos versos.
Me miráis
y me doráis con la pátina
de las expectativas:
¿quién seré?
¿qué haré?
¿hablaré en prosa o en verso?
¿tendré polla o seré
solo espíritu?
¿pensaré lo mismo
lo mismo que todo el mundo
o en mi cabeza solo habrá
metáforas, florecillas
y pasiones doloridas?
Vuestra edad denuncia
que lleváis
más de dos décadas y media
inventándoos el amor,
y vuestra mirada indica
que aún no habéis dado con la fórmula.
Me miráis,
me remiráis,
me pesáis,
me medís,
me desnudáis,
me desmenuzáis
y me devoráis.
Mientras yo,
que tan feo soy en prosa,
recibo feliz
la cirugía estética
de vuestros interrogantes.
con un cuaderno
es como sentarse en un parque
con un niño.
Yo estoy aquí,
parece que a lo mío,
y sois vosotras,
sin saberlo,
las que me inspiráis
estos versos.
Me miráis
y me doráis con la pátina
de las expectativas:
¿quién seré?
¿qué haré?
¿hablaré en prosa o en verso?
¿tendré polla o seré
solo espíritu?
¿pensaré lo mismo
lo mismo que todo el mundo
o en mi cabeza solo habrá
metáforas, florecillas
y pasiones doloridas?
Vuestra edad denuncia
que lleváis
más de dos décadas y media
inventándoos el amor,
y vuestra mirada indica
que aún no habéis dado con la fórmula.
Me miráis,
me remiráis,
me pesáis,
me medís,
me desnudáis,
me desmenuzáis
y me devoráis.
Mientras yo,
que tan feo soy en prosa,
recibo feliz
la cirugía estética
de vuestros interrogantes.
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