Muerte, múerete
Como quien dice,
me quedan tres días de estar aquí.
Ni siquiera tengo que esperar cien años
para quedarme calvo.
Por eso no pienso perder un segundo más
pensando en lo único
que no necesita pensamiento alguno.
Morirse es cuestión de paciencia,
no de técnica.
Es la vida la que requiere talento.
Así que tú, Muerte, carroñera indigna,
te llevarás unos despojos
que no se me parecerán en nada.
Serás la apoteosis final
de un espectáculo sin público,
la vedette gorda y vieja
que ya no agrada ni a los borrachos.
Cuando tú llegues, Muerte,
los aplausos me los habré llevado yo.
me quedan tres días de estar aquí.
Ni siquiera tengo que esperar cien años
para quedarme calvo.
Por eso no pienso perder un segundo más
pensando en lo único
que no necesita pensamiento alguno.
Morirse es cuestión de paciencia,
no de técnica.
Es la vida la que requiere talento.
Así que tú, Muerte, carroñera indigna,
te llevarás unos despojos
que no se me parecerán en nada.
Serás la apoteosis final
de un espectáculo sin público,
la vedette gorda y vieja
que ya no agrada ni a los borrachos.
Cuando tú llegues, Muerte,
los aplausos me los habré llevado yo.
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