Nocturno y astroso
Una buena noche
vino el demonio a buscarme.
No me apetecía
atarme los zapatos
y el diablo tuvo que
quedarse conmigo.
Desde entonces llevamos
un vivir trabajoso, y
siempre nos echan
de todas partes menos
de tu cama misericordiosa.
Haznos sitio,
reina de la luz,
que el príncipe de las tinieblas
y este oscuro servidor
venimos rotos y apaleados.
La muerte nos hace burla
y nadie quiere querernos
menos tú,
ángel encendido,
que eres capaz de amar
a quien no se lo merece.
Contigo nos sentimos buenos.
vino el demonio a buscarme.
No me apetecía
atarme los zapatos
y el diablo tuvo que
quedarse conmigo.
Desde entonces llevamos
un vivir trabajoso, y
siempre nos echan
de todas partes menos
de tu cama misericordiosa.
Haznos sitio,
reina de la luz,
que el príncipe de las tinieblas
y este oscuro servidor
venimos rotos y apaleados.
La muerte nos hace burla
y nadie quiere querernos
menos tú,
ángel encendido,
que eres capaz de amar
a quien no se lo merece.
Contigo nos sentimos buenos.
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