Mañana, menos.
Yo era un joven prometedor.
Ahora, ni lo uno ni lo otro.
Nací sin el complejo de culpa congénito
de los que nacen de pie
y con el sentimiento de fragilidad congénito
de los van de culo generación tras generación.
Así las cosas,
hice lo posible por prosperar,
pero pronto toqué techo.
Un techo para enanos.
Amado público: libres sois
de apostar por otro caballo.
Yo soy libre de ser libre.
Ahora, ni lo uno ni lo otro.
Nací sin el complejo de culpa congénito
de los que nacen de pie
y con el sentimiento de fragilidad congénito
de los van de culo generación tras generación.
Así las cosas,
hice lo posible por prosperar,
pero pronto toqué techo.
Un techo para enanos.
Amado público: libres sois
de apostar por otro caballo.
Yo soy libre de ser libre.
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