Funeral
En el ataúd,
Alguien a quien quiero.
En los bancos,
Más seres queridos.
En el altar,
Un idiota.
¿Cómo puede salir
la palabra de Dios
de semejante saco de mierda?
Dios está en el llanto
de mis parientes,
en el viento que entra
por la puerta,
en el trabajo
de quién talló estas piedras
creyendo que construía un templo,
en mi deseo de que exista un más allá
y de que tú no estés en él.
Pero no está en tu boca,
vejestorio resentido.
De tus labios solo sale
miedo humano,
intolerancia humana.
Qué bien te lo montas, cabrón,
aprovechándote de un hombre
paralizado por la muerte
y de unos menesterosos
anestesiados por el dolor.
Alguien a quien quiero.
En los bancos,
Más seres queridos.
En el altar,
Un idiota.
¿Cómo puede salir
la palabra de Dios
de semejante saco de mierda?
Dios está en el llanto
de mis parientes,
en el viento que entra
por la puerta,
en el trabajo
de quién talló estas piedras
creyendo que construía un templo,
en mi deseo de que exista un más allá
y de que tú no estés en él.
Pero no está en tu boca,
vejestorio resentido.
De tus labios solo sale
miedo humano,
intolerancia humana.
Qué bien te lo montas, cabrón,
aprovechándote de un hombre
paralizado por la muerte
y de unos menesterosos
anestesiados por el dolor.
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