Boca chica
Revolcados en el barrillo viscoso de la pena y la culpa,
los aproximadamente burgueses nos alegramos de saber
que los demás están mucho más jodidos que nosotros.
Ya no vivimos tan bien, eso es verdad,
pero no podemos evitar ese calorcillo en la tripa
cuando nos sentimos profilácticamente aislados
de la inconsolable desesperación que nos rodea.
Y podemos clamar igualdad y justicia, pero será con la boca chica.
Por muy buenos que seamos, muy cristianos que seamos,
muy progresistas que seamos, muy sensibles que seamos,
en el fondo solo nos quita el sueño la idea inevitable
de que quizá el abismo llegue a crecer tanto
como para engullirnos también a nosotros.
los aproximadamente burgueses nos alegramos de saber
que los demás están mucho más jodidos que nosotros.
Ya no vivimos tan bien, eso es verdad,
pero no podemos evitar ese calorcillo en la tripa
cuando nos sentimos profilácticamente aislados
de la inconsolable desesperación que nos rodea.
Y podemos clamar igualdad y justicia, pero será con la boca chica.
Por muy buenos que seamos, muy cristianos que seamos,
muy progresistas que seamos, muy sensibles que seamos,
en el fondo solo nos quita el sueño la idea inevitable
de que quizá el abismo llegue a crecer tanto
como para engullirnos también a nosotros.
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