Prismáticos
Un día (hoy)
me sentí tan pequeño
que temí morir de un pisotón.
Me agencié unos prismáticos,
me los puse al revés,
y os vi tan insignificantes
que me sentí colosal.
Pero pronto comprendí
que no érais minúsculos.
Sólo estábais lejos,
a años luz
de la punta de mis dedos.
Y yo
estaba solo, ajeno y apartado
como el niño rarito que se sienta
en un rincón del patio de recreo
solo, ajeno y apartado,
con la felicidad
a años luz
de la punta de sus dedos,
y que se siente tan pequeño
que teme morir de un pisotón.
me sentí tan pequeño
que temí morir de un pisotón.
Me agencié unos prismáticos,
me los puse al revés,
y os vi tan insignificantes
que me sentí colosal.
Pero pronto comprendí
que no érais minúsculos.
Sólo estábais lejos,
a años luz
de la punta de mis dedos.
Y yo
estaba solo, ajeno y apartado
como el niño rarito que se sienta
en un rincón del patio de recreo
solo, ajeno y apartado,
con la felicidad
a años luz
de la punta de sus dedos,
y que se siente tan pequeño
que teme morir de un pisotón.
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